
1. uvas
Las uvas son representativas de frutas que alcanzan su temporada en verano. Muchas personas deben haber experimentado la recolección de uvas durante las vacaciones de verano. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que las uvas también son representativas de los alimentos que los perros no deben comer.
Preste especial atención a la piel, no a la pulpa. No sólo están prohibidas las uvas frescas, sino también las pasas, las llamadas pasas. Las pasas se suelen utilizar en dulces y pan, por lo que hay que tener mucho cuidado de no comerlas accidentalmente sin darte cuenta.
Efectos adversos sobre los riñones, incluso la muerte.
Cuando un perro ingiere uvas, destruye principalmente el tejido renal, provocando trastornos como la insuficiencia renal aguda.
Es un síntoma aterrador que puede poner en peligro la vida si se vuelve severo, pero aún no está claro qué ingredientes de las uvas tienen un efecto adverso en el cuerpo del perro. Lo único que se sabe estadísticamente es que la piel es más peligrosa que la fruta. Nunca se deben dar uvas.
2. puerro
El cebollino, que resulta atractivo por su color verde brillante y su textura crujiente, también es una verdura que llega a su temporada en verano. Puede resultar algo predecible que el puerro sea un ingrediente NG para los perros. El cebollino es una verdura que pertenece al género Allium, pero no es exagerado decir que las cebolletas son un enemigo natural de los perros.
Muchos niños pueden comer malezas durante los paseos, pero las cebolletas se parecen mucho a las malezas que les gustan a los perros, así que tenga cuidado de no comerlas por error.
riesgo de muerte por anemia
Comer cebollino en perros puede provocar vómitos y diarrea, además de hemoglobinuria y anemia. Las cebolletas contienen compuestos orgánicos de tiosulfato, pero los perros y gatos no tienen enzimas para digerirlas. Por lo tanto, la hemoglobina contenida en los glóbulos rojos es oxidada por compuestos orgánicos de tiosulfato, provocando hemólisis.
En el peor de los casos, puede incluso provocar la muerte. Si descubres que tu mascota se lo ha comido, acude al veterinario lo antes posible.
3. higos
Algunas personas pueden tener diferentes gustos y aversiones, pero los higos también son temporada en verano. Desde la antigüedad, se ha promocionado como el "fruto de la perpetua juventud y longevidad" debido a su rico contenido nutricional.
Se debe tener especial precaución con los niños con alergias al caucho o antecedentes de cálculos urinarios.
La ficina y el psoraleno contenidos en los higos tienen el efecto de inflamar la piel y las membranas mucosas, por lo que cuando se comen, la boca se vuelve áspera y babea, el estómago se vuelve áspero y provoca vómitos y diarrea, y la piel del área de contacto puede causar inflamación.
Además, aunque pueda resultar sorprendente, los higos contienen “látex”, que es un componente del caucho, por lo que es fácil provocar alergias, especialmente en niños que ya han desarrollado alergia al caucho.
También es peligroso para los niños con cálculos urinarios preexistentes ya que es rico en oxalatos y calcio que provocan los cálculos urinarios.
4. berenjena
La berenjena es una verdura versátil que juega un papel activo en la mesa del comedor de verano, pero también puede causar problemas de salud si su perro la come.
Sin embargo, no es al "fruto" a lo que hay que prestar atención, sino al "tallo" y las "hojas". Las berenjenas son fáciles y sencillas de cultivar, por eso muchas familias las cultivan en huertos o jardineras, pero hay que tenerlas vigiladas para que tu perro no se acerque demasiado y se las coma.
Pueden aparecer síntomas de intoxicación como vómitos y diarrea.
Los tallos y hojas de berenjena contienen alcaloides, que son toxinas naturales. Esta es la misma toxina que se encuentra en los brotes de papa. Por tanto, dependiendo de la cantidad ingerida, pueden producirse síntomas de intoxicación como vómitos y diarrea.
resumen
Qué pensaste? Las verduras y frutas de verano que crecen al sol suelen comerse crudas. Por lo tanto, si no tienes conocimientos precisos, puedes malinterpretar que "es sólo el material, así que está bien dárselo a tu perro, ¿verdad?".
Al compartir comida, comprueba cuidadosamente si la comida es tóxica para tu perro y dale la cantidad adecuada.